miércoles, octubre 06, 2004

Y se hizo tarde nomas!

No tengo ni idea que escribir, pero tengo ganas de escribir...asi que lo que voy a hacer es simplemente dejar que mis dedos recorran el teclado y entre miradas, caricias y sonrisas perpicazes se enrieden en una orgia de letras e ideas incoherentes...
y bueno, asi sucedio, 13 años si verla, ¿como estara?¿seguira igual?¿tendra aquella bella sonrisa?¿tendra todavia esas hermosas piernas?; todo esto se preguntaba Juan, muchacho de edad prometedora, con tan solo un paquete de cigarros en el bolsillo y una boca llena de recuerdos, sentado en la estacion mientras esperaba que llegase aquel tren que la traeria de vuelta. En vano espero, nunca ese tren llego, nunca mas sintio tanto dolor, parecia como que el destino le estubiese jugando una broma de esas que hacen doler al alma. Son esos momentos en los cuales un hombre se da cuenta del porque de tantas cosas, y odia el porque de tantas otras. Que feo que fue ver caer ese petalo sobre aquella rosa, aquella rosa que espero tanto tiempo sobre tu cama para entregarsela. Cuantas lagrimas rodarian por la manga de tu camisa...
Y volo nomas! Se acabo, nada de llantos ni de risas, que no te quiero ver mas, que te vayas de aca, sucio! ¿pero por que? ¿Que te he hecho? Sali de aca carajo! No quiero volver a verte por mis aires, y mucho menos por mis pagos, mocoso insolente!
¿Quien te crees que sos? Venir asi como asi, a verme a mi, ja! Lo que te falta muchacho, lo que te falta...
Y si, no podia creerselo ni ella misma, el pendejo la habia enamorado, pero cuando digo enamorada me refiero a que sentia un enjambre de mariposas en la panza, a que veia al muchacho en todas partes, aunque el no estubiese alli...
Y asi paso el tiempo, el no lo soporto, fue una tarde del otoño verde, si, verde el otoño, ¿acaso no hay alguna hoja verde en otoño? bueno... en esa tarde, bajo la lluvia, el, sus cigarros, su facon y su sombrero juraron no volver a amarla jamas. Nadie juega con el corazon de un angel y mucho menos con el de un amigo. Si te viera, si te llegase a ver... cuan lejos esta mi mente de mi corazon en estos momentos, maldito sea la perra que desato esta rabia en mi corazon.
Te amo atino a decirle una vez, y al segundo huyo bajo la lluvia. Cobarde, cobarde, mentirosa, cada gota de lluvia que caiga sobre sus rubios rizos atinaba a gritarle algo al oido, lo cual se rezbalaba hasta su corazón...
Y asi murio, de angustia y dolor, arrodillado esperando aquel tren que la traiga de vuelta, llorando sufriendo y volviendo a llorar...
Y asi murio, reprimida en sus deseos mas profundos, llorando su amor por los rincones mas oscuros de su cuerpo, llena de ojeras de nostalgia...
|